Queremos darte de una sola vez los secretos para vivir en plenitud,  es muy sencillo:

RIETE:  Ríe todo lo que puedas, recuerda que estas en esta vida solo de paso,   esto es un juego,  no lo tomes tan en serio.  Ríete de todo:  de ti,  de los otros,  de tus circunstancias.  No dejes de reír y de encontrar lo divertido en cada situación.    Queremos verte feliz y plena y que contagies,  que irradies esa alegría hacia los demás.

AMA:    ama a todos y a todo.    Comparte todo el amor incondicional que llevas dentro,  comparte toda esa luz que has encontrado en el corazón y al hacerlo permite que regrese a ti multiplicado.

ABRETE A RECIBIR:    Amar también es abrirte al amor de otros,   aprécialo, atesóralo, aunque no sea tal como tú lo imaginaste. 

SUELTA LAS EXPECTATIVAS:  No tengas expectativas de nada,  se que te parece difícil pero fluye y deja que la vida te vaya llenando de bendiciones en cada paso del camino.

DEJA QUE DIOS SEA DIOS:  recárgate en el y entrégale tus problemas,  en la consciencia de que él te dar siempre una mejor solución.

RESPIRA:   y en cada respiración recuérdate a ti mismo que estás vivo,  que hoy estás aquí en este lugar en este tiempo,  en este espacio.   Recuerda a través de tu respiración  que eres un ser humano perfecto, en condiciones perfectas para una evolución perfecta.

SONRIE:  Aún en las circunstancias más adversas,  recuerda que no estas solo,  que estas siempre acompañado y que todo lo que sucede en tu vida es para tu más alto bien y aprendizaje.

CONFIA en Dios, en los ángeles, en la vida y en ti mismo;  confía en que todo lo que sucede y fluye,  en la fe de estar siempre sostenido, acompañado, cuidado, amado y  en la certeza de que todo estará bien.

BRILLA:   Deja salir todo tu esplendor,  compártelo con el mundo en la consciencia de que al hacerlo iluminas la oscuridad que te rodea y das permiso a otros de brillar también.

Recuerda que te acompañamos siempre y que nuestro principal objetivo es que recuerdes la grandeza de tu alma y el gozo del amor incondicional que ya existe en tu corazón.

Te amamos siempre,

Arcángel Miguel