SOMOS MAESTROS UNOS DE OTROS

Queridos míos:

Tienen que saber y ser conscientes de que lo que ustedes definen como “vida” es solo una pequeña parte de su existencia.

Tu has venido a esta tierra a continuar tu evolución,  a seguir creciendo en espíritu y para ello has tomado una forma humana.       Para lograr este proceso evolutivo has hecho diferentes contratos con diferentes almas,  que han regresado al igual que tu en el mismo tiempo/espacio.        Estas almas son tu familia espiritual.     Son,  en tus términos terrenales,  personas con las que compartes tu vida,   con las te cruzas una y otra vez;   o personas quienes estuvieron un solo momento en tu vida,  pero dejaron una gran huella.    Personas a las que amas y/o personas que aparentemente te hicieron daño,  pero de quien recibiste las más grandes lecciones de amor.

De cada una de estas personas con las que te has cruzado,  has aprendido algo importante,  sobre ti mismo, tus capacidades,  tus valores, tus habilidades,  tus talentos , tus virtudes y tus dones.   En fin, son situaciones o personas que han hecho que saques lo mejor de ti mismo,  que te han hecho  entender las cosas de manera diferente,   cambiar las perspectivas,  ir más allá.    Estas personas son tus MAESTROS en este plano terrenal.    De la misma manera en que tu eres MAESTRO DE OTROS y  a través de tus acciones (buenas o “malas”)  has ayudado a otros a crecer.

Entender todo esto desde la mente humana es difícil,  para hacerlo necesitas ir más allá,   contactar con tu SER SUPERIOR,  esa parte tuya donde reside tu alma y tu esencia más profunda.    Ir un paso más arriba en la perspectiva y ver toda la situación con los ojos del espíritu,   de esta forma te darás cuenta de que todos y cada uno de estos maestros te han dado un gran regalo,  que sus acciones y las consecuencias de cada una de ellas,   iban cargadas de bendiciones,  aunque en un principio no lo pudieras ver así.

Hoy, intenta ir más allá en tu perspectiva humana,   intenta cerrar tus ojos,  observar en tu mente a esa persona que  te hizo daño,  a ESE MAESTRO y reconocer ante el aquello que tuviste que desarrollar en ti para poder seguir adelante.       Agradécele el haber sido tu maestro y desde tu corazón mándale un rayo de luz.       Haz este ejercicio con todas aquellas personas que han sido significativas en tu vida.   Reconociendo que al final todos somos almas que venimos de la misma fuente para seguir evolucionando.     Solo estamos aquí de paso,  ayudándonos unos a otros a crecer.

En la medida en que aprendas estos conceptos,  estarás más cerca de lo que nosotros llamamos amor incondicional,   que al final no es otra cosa que la materia infinita de LA FUENTE y de cada uno de los seres de Luz que la conformamos, y sí…  eso los incluye también a ustedes:  SERES HERMOSOS DE LUZ VIVIENDO UNA EXPERIENCIA HUMANA.

Los amamos y  los acompañamos siempre en el amor incondicional infinito.

Arcángel Zadkiel. 

*Mensaje Canalizado por Angélica Bovino

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