Querida niña de Dios: 

Tu fortaleza está en tu delicadeza, eres como un pétalo de rosa que no puede,  aunque quisiera,  convertirse en piedra. 

Eres como un rayo de luz  que no puede aunque quisiera convertirse en oscuridad.

Tus armas son las armas del amor.  Tu no peleas con las herramientas del miedo, porque tú eres amor,  te has visto y te has descubierto a ti misma siendo amor. 

Sé gentileza

Sé delicadeza

Sé feminidad

Sé belleza

Sé dulzura

Sé amabilidad

Sé amor incondicional

 No existe nada en el mundo que sea más fuerte que el amor incondicional, entonces tú eres fortaleza.  

Te amo siempre,

Arcángel Haniel.