Durante la Pasión a Jesús lo enjuician principalmente por ser hijo de Dios, por ser Rey de los Cielos, por ser el Mesías.
En varias ocasiones durante el momento de su juicio, Poncio Pilatos le pregunta que si Él sostiene su verdad, a lo que contesta que sí. Que si es hijo de Dios, y Él dice que sí. Qué si es el Mesías y Él dice que sí. Qué si es el Rey de los Judíos y el dice que si.
Hubiera sido muy fácil negarse a sí mismo para salir del paso, someterse ante la voluntad de la muchedumbre, del mismo Heròdes o de Poncio Pilatos para que lo soltaran y lo dejaran en libertad.
Energéticamente hubiera significado ceder su poder ante otros y negar su propia grandeza, negar su luminosidad y con esto negar su esencia más sublime.
Jesús sostiene su propia verdad aún a costa de su vida. Jesús se mantiene en su Ser Superior sabiéndose Hijo de Dios, sabiéndose Rey, sabiéndose Ser Divino.
Jesús nos recuerda que somos Luz y que aún en la peor de nuestras circunstancias no debemos negar esta Divinidad.
Es justo la forma de sostener su verdad lo que lo salva. El negarse a si mismo por mantenerse vivo lo hubiera sometido y condenado a vivir en un mundo de miedo. El mantenerse en la Luz es un acto de amor y de plena confianza ante su Dios.
¿Cómo aterrizar todo esto en nuestra realidad cotidiana? De manera personal, creo que parte de mi aprendizaje de esta semana santa, es sostener mi verdad.
Hoy Jesús nos muestra, a los que hemos despertado y reconocemos nuestra esencia, que por ningún motivo nos podemos empequeñecer otra vez.
Que somos Hijos de Dios y nos convertimos en Reyes al darnos cuenta de nuestra Divinidad y al acceder a nuestro ser superior.
Hoy Jesús te pide no negarte a ti mismo, que no importe cuales sean tus circunstancias, cuáles sean los juicios que estés enfrentando… SIEMPRE SOSTENGAS TU VERDAD, con la confianza de que Jesús, Dios y los Ángeles te estarán acompañando.
Marzo, 2013.