Amados míos:
Si pudieran verse a través de nuestros ojos, si pudieran asomarse a nuestra mirada y observarse de la manera en que nosotros lo hacemos, se quedarían asombrados de su propia luz y su propia belleza; no dudarían ni un minuto de sus capacidades y el inmenso valor que su ser tiene. Y es que en su proceso de ser humanos, están llenos de juicios y críticas hacia ustedes mismos. Cuando se ven al espejo, se apuran a encontrarse lo que sea que les parezca fuera de lugar: una arruga, una cana, un kilo de más; siempre encontrarán algo que criticarse. Cuando alguien les pregunta cómo son, inmediatamente dan una lista de todos los aspectos negativos de su personalidad. La mirada que tienen hacia ustedes mismos es, la mayoría del tiempo es autoexigente, dura, poco compasiva, quizá hasta podríamos decir que es una mirada llena de resentimiento, culpa, vergüenza y a veces hasta odio.
¿Qué les pedimos a través de este mensaje? Que aprendan a verse de la misma manera amorosa que nosotros los vemos.
Quisiéramos que fueras capaz de ver en ti:
Al ser valiente que decidió regresar a la tierra y vivir una experiencia humana, con todo lo que implica, con sus retos y sus aprendizajes, con todo el dolor que conlleva este proceso. Al ser fuerte que es capaz de levantarse después de una caída, que es capaz de seguir caminando aún en contra de la adversidad. Al ser hermoso, que en cada momento está dando lo mejor de sí, aunque a veces necesite sacar fuerzas, o paciencia, o templanza, o inteligencia que ni siquiera sabía que tenía. Al gran corazón que se arriesga, que lo lastiman una y otra vez, pero a pesar de eso elige permanecer abierto, porque sabe que de eso se trata la vida de amar y ser amado. Al derroche de talentos, de habilidades, de virtudes que los convierten en seres únicos e irrepetibles; ese cúmulo de características que quizá no puedan cambiar al mundo, pero que sí pueden hacer una diferencia considerable en su entorno inmediato.
Pero sobre todo los ángeles vemos en ti, tu capacidad de amar, tu capacidad de abrir el corazón y compartir toda esa luz que emana desde la fuente interna de amor incondicional. Y aunque no lo creas o no te sientas merecedor de dicha atención y admiración, los ángeles te vemos siempre con esa mirada compasiva, amorosa y tierna. Sabemos que el día que puedas verte a través de nuestros ojos, entenderás quién eres en realidad y una vez que lo hagas, tu vida nunca más volverá a ser la misma. Si hoy tu mirada no te permite ver la maravillosa persona que ya eres, si no te permite amarte incondicionalmente; pídenos a nosotros los ángeles que te prestemos nuestros ojos y te sorprenderás al ver tu propia belleza.
Te amamos incondicionalmente,
Arcángel Uriel