Una vez más te pedimos que seas consciente. Una vez más te pedimos que permitas que tu mente vaya más allá de lo evidente y que te permitas observar, sentir y escuchar a tu alma.
Es en tu alma en donde se encuentran las respuestas a todos tus cuestionamientos. Es en tu alma en donde te vas a dar cuenta de lo que significa en realidad tu paso por esta Tierra.
Tu cuerpo físico es importante. Sí, es tu templo, tu vehículo y el contenedor de tu alma en este proceso llamado vida. Pero deben saber que es aún más importante el alma. El cuerpo muere, el alma trasciende; el cuerpo enferma, el alma sana; el cuerpo tiene miedo y se contrae, el alma ama y se engrandece.
Entonces, aunque el cuerpo es importante, el alma lo es aún más. El alma es la que aprende y la que continuará a pesar del cuerpo. El cuerpo está al servicio del crecimiento del alma. El alma usa al cuerpo para experimentarse a sí misma de mil maneras durante la vida humana.
El cuerpo toma formas, se comporta, se transforma, se enferma de determinadas maneras, para que el alma se conozca, crezca y se expanda. Es en este conocimiento del alma, a través de tu propio cuerpo, en donde se encuentra tu maestría.
Permítenos guiarte, permítenos llevarte de la mano en este despertar de tu cuerpo, en este peregrinaje de aprendizaje que tú mismo decidiste emprender. Permítenos sanar tu alma, sanar tu cuerpo y, a través de esta sanación, mostrarte tu grandeza.
Te amamos y te acompañamos hoy y siempre,
Arcángel Rafael