Queridos míos:  

 

Sépanse acompañados por nosotros, sus ángeles.     Para nosotros es un gozo andar este camino con ustedes.  

Los hemos visto reír, divertirse, sufrir, llorar, tener miedo, enamorarse, amar profundamente.  Los vemos cuando se sienten felices con ustedes mismos y cuando les cuesta trabajo aceptarse.  Cuando se sienten orgullosos y cuando se avergüenzan de sus acciones. Deben saber que nosotros sus ángeles los amamos, no podemos ver en ustedes algo que no sea la llama del amor incondicional que brilla en el centro de su pecho.    Y ahí donde ustedes ven oscuridad y se avergüenzan de ustedes mismos, nosotros solamente vemos su hermosa luz.  

Honramos su paso por esta experiencia que llaman vida, honramos su aprendizaje y su crecimiento, honramos la misión que cada uno de ustedes tiene con sus congéneres.    Nos sentimos identificados con sus caminos y nos sentimos profundamente comprometidos con su desarrollo.  

Cuenten con nosotros indefinidamente, como sus compañeros de viaje, como una fuente inagotable de amor incondicional, como un oasis que ofrece descanso en medio del camino.     Véannos como sus amigos incansables, como alegres colaboradores y sus más grandes admiradores. 

Permítannos hacer más ligero su viaje, ayudarlos a sostener la pesada carga que portan a sus espaldas, quitar los obstáculos que encuentran en el medio del camino y traer luz cuando no puedan ver en medio de la oscuridad.     Déjennos ayudarlos a salir del miedo, para ayudarlos a vivir nuevamente en el amor.  

 

Los amamos y los acompañamos siempre, 

 

Sus ángeles.