Queridos hijos de Dios:

Al igual que ustedes yo también, durante mi tiempo de estancia en la Tierra,  y específicamente en el Huerto de Getsemaní tuve miedo;   Es importante que sepan que el miedo es parte de la experiencia humana y que al igual que yo, mientras estén en este plano lo sentirán en diversas ocasiones.

Hay una serie de factoimagesres que suceden cuando permiten que el miedo se apodere de ustedes:   Su sistema energético se contrae,  se sienten pequeños ante su problema;   su vista se nubla,   les es más difícil ver más allá de su problema,  las bendiciones escondidas que pueda haber en el mismo, o las posibles soluciones;   se sienten impotentes,  solos y en algunas ocasiones desesperados.  ¿Qué hacer ante una situación de miedo?    Lo primero es respirar profundamente y reconocer el sentimiento.  Ver al miedo a la cara y enfrentarlo.

Al igual que yo busq
ué ayuda, compañía y consuelo en los discípulos, permitir que sus familiares y amigos los acompañen en su proceso de miedo;  si es necesario pedir ayuda.
Así como el ángel estuvo a mi lado  en el Huerto,  todos ustedes tienen ángeles que los acompañan, los asisten y están dispuestos a protegerlos y consolarlos en todo momento.

Recordar que todos ustedes, al igual que yo son Hijos de Dios y al ser sus hijos tienen Naturaleza Divina,  Él nos ama profundamente y quiere lo mejor para todos;  de tal forma que no permitirá bajo ninguna circunstancia, que estando bajo su custodia, suceda algo que no sea para su más alto bien.

Al seguir estas indicaciones, notarán que el miedo poco a poco se empieza a disipar dando paso al AMOR en su vida.

Como siempre los amo y los acompaño..

Jesús.