ABRIR EL CORAZÓN Y CONFIAR

Queridos Niños de Dios: 

 

¿Qué les pasa que los vemos contraídos en su energía?  Observamos desde el plano superior que algunos de ustedes aún están viviendo en el miedo.       Algunos de ustedes viven y vibran constantemente en la preocupación, en la angustia, la ansiedad y el miedo.     Están sumergidos en un círculo vicioso, donde sus pensamientos crean situaciones que les siguen produciendo miedo y los vemos cayendo en un espiral descendente que nos les permite ver toda la luz que hoy existe para cada uno de ustedes.

 

Deben entender que cuando sienten miedo, suceden muchas cosas,   lo primero es que su sistema energético se contrae,   como una esponja que no se seca y se endurece;   de tal manera que nos les permite que la Luz que está presente para cada uno de ustedes,  atraviese su sistema energético y llegue hasta sus corazones.    

 

Es por esos que insistimos, les pedimos incansablemente que decidan,  que se atrevan  a vivir en el amor y la confianza.     Sabemos y estamos conscientes de que para muchos de ustedes lo que les estamos pidiendo es todo un reto, inclusive puede llegar a parecer imposible.   Pero deben de saber que el primer paso siempre será ELEGIR y decidir ABRIR EL CORAZÓN Y CONFIAR.

 

Una forma de CONFIAR  es invitar a Dios a vivir permanentemente en tu vida,   hacerlo co-partícipe de todos y cada uno de tus asuntos,  poner tu vida en sus manos.       Cuando Dios está a cargo es mucho más fácil relajarte.        Al relajarte permites que tu sistema energético se expanda y que la Luz  (que siempre está presente y disponible para TODOS),  empiece a permear tu sistema energético, llegando hasta tu corazón.       Abriendo tu corazón,  permitiéndote vivir en la alegría ,  en el amor y la Luz.    Convirtiendo tu círculo vicioso  miedo-preocupación-miedo,  en un círculo virtuoso  amor-confianza-luz-alegría-amor.  

 

Te preguntas ¿Cómo puedo confiar o relajarme entre tantas preocupaciones que vivo día con día?        La respuesta es muy sencilla, confía siempre en que Dios quiere lo mejor para ti y para eso nos envió a nosotros los ángeles a ayudarte,   desde las cosas más sencillas, hasta las más complicadas.   Él te quiere ver feliz, vibrando en amor,  en la luz y la alegría.    Recuerda que eres su hijo ¿Cómo podría ser de otra forma? 

 

Siempre que tu elevas una oración al cielo, llena de Luz y de confianza,  estás abriendo la puerta para que ocurra un milagro.    Y siempre el primer milagro será  tu corazón iluminado y lleno de amor.  

Cada vez que  te sientas preocupado o inquieto,  cierra tus ojos, respira profundo y pide a Dios, tu Padre Amoroso, que tome esa preocupación en sus manos;   al hacerlo siente como tu corazón se llena de Luz y de confianza,   abre tus ojos y observa como los milagros simplemente se despliegan en tu vida.  

 

Te amamos incondicionalmente,

 

Arcángel Chamuel. 

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