Los Ángeles nos acompañan en todo momento. Ellos solo necesitan nuestro permiso para poder Judith Garayayudarnos.

Y cómo es eso de nuestro permiso? Cuando uno les pide ayuda, en ese momento estamos autorizando que ellos intervengan en nuestras vidas haciéndose presentes. Es en ese momento si estas dispuesto a escuchar, ver, sentir u oler, te darás cuenta que ahí están contigo.

He aprendido a ver las señales; éstas pueden ser una nube en forma de corazón o de Ángel, un pájaro cantando cerca de mi o una mariposa volando, en ocasiones plumas de pájaros que me voy encontrando al caminar y a veces en lugares en donde no hay manera de que hubiera un pájaro por ahí.

También recibo mensajes a través de personas, de la lectura o viendo alguna película. Puede ser que huela algún aroma que me hace sentir reconfortada o en casa o puede que en algún momento de estrés sienta paz.

Nada es casualidad es Dios a través de sus Ángeles haciéndose presentes en mi vida, diciéndome que confíe, que tenga paciencia o fé, que todo es perfecto así como es, aunque sea diferente a mi expectativa. Me recuerdan constantemente que ellos saben lo que mi corazón desea y que ellos se están encargando de que esto se convierta en realidad.

Y lo único que hago para contactarlos es hablar con ellos como si hablara con mi mas íntimo amigo, les hablo con amor, con respeto, de manera traviesa, pero también les he hablado enojada y desesperada… no importa como les hable, ellos siempre están dispuestos a ayudarme por que a eso han venido, a acompañarnos, a guiarnos a hacer nuestro camino más ligero ayudándonos a aceptar que esto que estamos viviendo es lo que tenemos que vivir para nuestro más alto bien, para recordar quienes somos y hacía donde vamos.

Cierra los ojos y pídele a tu Ángel de la guarda, pídele que te ayude en esta situación o en determinada situación y luego solo observa como se van presentando las cosas, sabrás que ellos se están haciendo cargo. Te recomiendo paciencia y fé ya que su tiempo es completamente diferente al nuestro.

Que tu luz interior ilumine a tu corazón.
Namasté