Deben entender que el concepto que tienen de la muerte es un concepto erróneo.     A ustedes les enseñaron a ver la muerte como algo negativo,  como un castigo, como un acto de carencia, de separación.    Es por eso que les cuesta tanto trabajo lidiar con ella,  es uno de los hechos  que les resulta más doloroso y difícil de enfrentar. 

 La muerte es un acto de unión no de separación.

  Para poder entender la muerte de una manera diferente, tenemos que entender varios conceptos:

 El cuerpo físico es solamente un vehículo que te es dado durante tu tiempo de estancia en la tierra;   tu verdadero ser/esencia no es tu cuerpo,  es tu alma, esta existe aún sin tu cuerpo, es decir lo trasciende.  El cuerpo es temporal, el alma es atemporal, infinita y eterna.

 Durante tu estancia en la tierra, una vez que hayas nacido contarás con un libre albedrío que te permitirá tomar un sinfín de decisiones,  con lo cual tendrás un sinfín de posibilidades para vivir tu vida, esto incluye el momento de tu muerte.  Lo único que no podrás decir es si quieres morir o no.     La muerte es un acto seguro.    

 Cuando decides venir a la tierra lo haces con el propósito de seguir evolucionando como alma.   Vienes a la tierra a aprender lecciones que te permitirán continuar el crecimiento de tu SER ESPIRITUAL. 

Estas lecciones que vienes a aprender, las acordaste desde el momento que decidiste regresar a la tierra, y las irás aprendiendo poco a poco a través de las diferentes experiencias en tu vida.       De la misma manera, vienes con una misión que cumplir; un talento que te permitirá ayudar a los que te rodean.

 Con la muerte concluye el tiempo que tienes en la tierra para llevar a cabo estos dos objetivos.    Después de la muerte podrás regresar a  tu casa, a tu hogar, al espacio del amor incondicional en el que las almas  coexisten en perfecto orden y armonía;  el espacio donde  somos conscientes de nuestra unidad con Dios, y digo somos, porque es el espacio donde existimos también los ángeles.      

 Morir debería ser un acto de celebración,  sabemos que este es un concepto que les cuesta trabajo entender y mientras tanto  sepan que cuentan con nosotros, para llevarles consuelo, ayudarlos a sanar el dolor que les genera la ilusión de la separación y el desapego y para acompañarlos en su proceso de duelo.

 Los amamos incondicionalmente,

 Arcángel Azrael.

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