Queridos míos:

Han trabajado mucho en ustedes,   al pasar del tiempo han aprendido sobre ustedes mismos, se han conocido y se han valorado internamente. Se han descubierto merecedores y dignos de ser amados.

El amor ya está aquí, entre todos ustedes y solamente tienen que abrir los brazos para recibirlo, siempre en la consciencia de que el amor de pareja no es nada, si no son capaces de ver a la Divinidad en los ojos de su compañero.

El amor de pareja es un gran maestro, que te muestra momento a momento quien eres, de que estás hecho y cuales son las partes inacabadas en ti que aun necesitas trabajar.

Es importante que no olvides los siguientes aspectos:

Siempre recuerda y ama por sobre todas las cosas la persona que tu eres.

Recuerda que tu felicidad la construyes tu y después la compartes con el otro. (no busques que el otro te haga feliz, ni busques tú hacer feliz al otro).

Compartir,   compartir, compartir es la esencia sublime del amor…   Compartirlo todo; lo bueno, lo malo, las alegrías, las tristezas, los triunfos y las tristezas.

Comunicarse desde el amor, bajar la energía del chakra de la garganta al chakra del corazón y permitir que todas y cada una de tus palabras estén impregnadas de amor.

Generar bases solidas como pareja. Planear juntos a futuro, soñar juntos; darse permiso de que sus raices se enganchen una con otra.

Disfrutarse el uno al otro, gozarse, saborearse, pasar tiempo juntos para explorarse y reconocerse. Reconocer a Dios también presente en su sexualidad.

Divertirse, no tomarse la vida tan en serio, la vida es una, celébrenla juntos.

Respetarse el uno al otro,  sentirse únicos e irrepetibles, reconocerse hijos de Dios, perfectos en sus imperfecciones.

Pero sobre todo amarse,  abrir el chakra del corazón y permitir que el flujo de la energía del amor sea lo que los vincule.

Los amamos y respetamos siempre,   los acompañamos también en esta faceta de su vida.

Con todo nuestro amor, nuestro reconocimiento y admiración.

Arcángel Chamuel

Angélica Bovino

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