Queridos hermanos: 

Como ustedes saben, en el momento de regresar a la tierra, cada uno de ustedes decidió tener un aprendizaje y una misión. Pues bien, de acuerdo a las circunstancias que han vivido en los diferentes tiempos, algunos de ustedes, fueron muy valientes y decidieron enrolarse en una misión adicional, que implicaba una meta global.

¿Qué quiere decir esto?    Ustedes los humanos,  hacia finales de la Segunda Guerra Mundial,  pedían al cielo que les enviaran ángeles para ayudar a salvar a la humanidad, ya que vivían en una situación de gran incertidumbre y desolación.  Fue en ese momento en que el que les fue enviada la primera generación de niños espirituales,  llamada por ustedes “TRABAJADORES DE LA LUZ” .  Estos “niños”  llegaron a la tierra  en los años 50’s y 60’s,  llegaron con el corazón abierto y la firme idea en sus cabezas de crear un mundo de AMOR Y PAZ.   Se reunieron en grupos, hicieron grandes movimientos y cantaron canciones alusivas a su misión;  sin embargo, sus buenas intenciones no fueron suficientes para cambiar al mundo.   En muchos ámbitos fueron malinterpretados y su palabra no fue del todo tomada en serio.      Tenían la intención de sembrar una semillita para un mundo mejor,   pero se encontraron con una tierra dura y poco fértil para hacerlo.  

 Dadas las circunstancias, se requería de una nueva generación de “GUERREROS ESPIRITUALES” ,  quienes vinieran a romper paradigmas, a acabar con la corrupción, la burocracia y la deshonestidad.  Una nueva generación que viniera a romper la tierra para que la semilla arrojada por los “TRABAJADORES DE LA LUZ” encontrara su camino y pudiera germinar.   Es así que llega, en los años 70’s, 80’s y principios de los 90’s,  la segunda generación de niños espirituales, quienes han sido llamados por ustedes “LOS NIÑOS INDIGO”,  ellos vienen a derrocar estructuras que no permiten vivir desde el corazón, desde la verdad, desde la paz.  Se contraponen ante la autoridad, no aceptan un líder, quien no dirige desde el amor.    Se enojan fácilmente ante las injusticias,  no aceptan la deshonestidad, la desigualdad y el abuso de poder.   Luchan por un mundo en el que reine el respeto por los valores humanos, la igualdad y la honestidad.

 Los índigos fueron y siguen siendo luchadores incansables, sin embargo,  desde su espíritu guerrero  les fue difícil ablandar los corazones de quienes los rodeaban.  Es por eso que les fue enviada una nueva generación de niños espirituales:   Los niños cristales, nacen en los 90’s y los 00’s,  destilan amor puro,  con sus ojos grandes y brillantes escanean a las personas, buscan seres con el corazón abierto al igual que ellos y  recuerdan voltear la mirada hacia lo simple y lo cotidiano, como la naturaleza y la música para encontrar el amor y la felicidad.        Con su actitud liviana y amorosa, les recuerdan que lo más importante es buscar el amor en su corazones.

 Por último,  en los años 00’s y 10’s  están naciendo los  niños arcoíris,  quienes son seres espirituales elevados, almas sabias quienes vienen a recordarles que son mucho más que un cuerpo físico,  les enseñan a vibrar más alto y  ayudan a hacerlo en equipo, para así elevar la frecuencia vibratoria del planeta.     Vienen como grandes maestros a enseñarles a contactar con Dios, pero lo más importante a encontrar con su propia naturaleza divina.   

 Como ven, además de tener la ayuda de nosotros los ángeles celestiales, también ustedes son y están rodeados de ángeles terrenales.   Si se sintieron identificados con cualquiera de estas misiones,  pídannos ayuda a nosotros los ángeles para que los apoyemos a llevarlas a cabo. 

 Los amamos y los estamos acompañando hoy y siempre,

Arcángel Metatrón.

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