A través de los años,  el cerebro de los seres humanos ha evolucionado, pasando desde el cerebro reptílico, controlador de la necesidad de supervivencia y reproducción, pasando por el cerebro límbico, que maneja en términos generales los centros emocionales, hasta llegar a la Neo corteza, esa que nos diferencia de los animales por la capacidad de racionar.

Esto nos obliga en nuestra propia vida a “evolucionar” también, comprendiendo que somos responsables totales por nuestros resultados a partir de los programas que tengamos en el cerebro. Desafortunadamente para muchos, el cerebro sigue siendo una estructura subutilizada y algunos siguen pensando que las cosas que suceden en su vida son producto de la casualidad o de factores externos.

Hace más de 40 años, Richard Bandler y John Grinder, dedicaron buena parte de su tiempo a modelar a algunos terapeutas de la época, especialistas en comportamiento, hipnosis y otras cosas; el resultado de ese estudio y modelaje, se conoce como Programación Neurolingüística – PNL – un magnífico conjunto de herramientas que le permite a una persona programar su cerebro, lo que significa crear programas y almacenarlos en el inconsciente para cambiar de forma certera y rápida comportamientos y por ende resultados en cualquier área de la vida.

¿Qué si la PNL es mágica? No. La magia aparece cuando las personas descubren que están dotados de todos los recursos y que están facultados para realizar cambios estructurales profundos que les permiten logran resultados que antes eran pensados como inconcebibles.

La programación Neurolingüística – PNL – brinda la oportunidad de adquirir otro tipo de conocimiento; el conocimiento que permite hacer cambios profundos necesarios para lograr los resultados de la vida que deseo tener,  garantizando los resultados sostenibles a largo plazo.

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